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08 octubre 2005

ZP y la familia

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Según parece, el principal problema que tenemos en España y que origina todos los demás es nuestra baja tasa de natalidad, la más baja del mundo hasta la llegada de los inmigrantes. Es por ello que en el futuro no tendremos mano de obra española, ni población suficiente que permita pagar las pensiones o mantener nuestra economía. Nuestra escasez de hijos obliga a abrir las puertas a la inmigración y estamos destinados a ser una minoría en nuestra patria porque nuestra baja natalidad no alcanza para el recambio generacional.

Ante esta situación es de cajón incentivar la natalidad y proteger la familia. Pues todo lo contrario. La devaluación de la familia tradicional es un hecho y los matrimonios homosexuales no ayudan al sostenimiento de la nación. No pueden tener hijos. Si un cambio de genes o de mentalidad nos volviera a todos homosexuales, bastaría una generación para que la raza humana se extinguiera y, sin embargo, este sucedáneo de la familia tiene todos los privilegios.

Por el contrario, la familia formada por el matrimonio natural del hombre y la mujer, única entidad capaz de engendrar hijos, la que debería tener todas las prioridades porque es donde está la raíz del problema y su solución, sigue sin tener prioridad alguna por parte de los gobernantes.

Un reciente informe del Instituto de Política Familiar (IPF) pone de evidencia que «”Para obtener las mismas prestaciones que conceden en Alemania cuando se tienen dos hijos, en España habría que tener once y el nivel de ingresos no podría superar el millón y medio de las antiguas pesetas (9.000 euros) al año”»

La IPF indica que las diferencias entre las ayudas de unas comunidades y otras son grandes, dependiendo del lugar de residencia. Desde los casi cuatro mil euros –unas 660.000 pesetas– de ayuda anual en Navarra para una familia con dos hijos a los cero euros en seis autonomías, pasando por la inexistencia de ayudas fiscales en más de la mitad de España.

Tales diferencias y privilegios de unas comunidades sobre otras vienen provocando desigualdades e injusticias que lejos de corregirse se agravan y profundizan desde que ZP quedó hipotecado precisamente por aquellos que más privilegios disfrutan y que ahora imponen sus exigencias al “Gobierno”. Imaginen si a la hora de la declaración de la renta empezaran ustedes con un saldo a su favor de 4.000 euros. Muchos de los que ahora pagan dejarían de hacerlo y encima recibirían el equivalente de dos o tres pagas extras. Lo que esa cifra representaría para una familia de jornaleros no hace falta comentarlo. ¿Se siente Vd. discriminado? Pues lo lamento pero una parte de ese dinero extra que reciben determinadas comunidades autónomas encima sale de sus bolsillos, depende de donde viva.

Sin embargo son los gobiernos autónomos gobernados por los socialistas quienes en mayor medida regatean las ayudas familiares. El IPF también destaca que donde gobierna el PSOE se comprueba una menor voluntad política de ayudar al núcleo familiar, siendo el socialismo el que menos ayudas de todo tipo aporta. Sorprende que un país cuyo Gobierno se autodenomina “progresista”, siga menospreciando a la familia y no haga nada por solucionar el problema. Con la política abortista y anti-familiar de nuestro actual Gobierno, la sociedad española va de mal en peor. Pero además, el PSOE es el partido que menos planes de familia desarrolla, el que cuenta con menos deducciones fiscales en sus comunidades autónomas y el que menos ayudas directas proporciona.

Las ayudas que se conceden son insuficientes y en muchos casos no pasan de ser testimoniales, no ayudan a nada excepto a proporcionar justificación al capítulo de ayudas sociales que todo político ha de tener en su repertorio. Antes de tomar el poder, ZP prometió una ayuda de 100 euros al mes por hijo menor de 3 años a todas las madres, al margen de que éstas trabajasen o no. Al día de hoy aquella es otra de las promesas olvidadas.

El IPF dice con toda claridad que «”Lo llaman ayudas a la familia cuando en realidad se trata de prestaciones para paliar situaciones de pobreza”» y añade que lo que deberían hacer es «universalizar» las prestaciones para limar las desigualdades que existen entre unas comunidades y otras.

Cualquiera estaría de acuerdo con ello y creería que esa sería una labor típica de un “Gobierno” progresista, sobre todo de un socialismo tan decidido a avanzar como el de ZP.

Ja!

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