ZP, ese hombre - III parte

Creo que ZP merece el título puesto que se ha situado al frente de las huestes musulmanas que invaden Europa y su misión es abriles las puertas a una invasión silenciosa que empieza a dejar de serlo porque ya son suficientes en número para emplear la fuerza.

Pero los intereses de ZP son egoístas y no se trata de proporcionarles medios de vida para sacarlos de la pobreza sino de conseguir apoyos a cambios de concesiones.

El Islam es una religión, además de una ideología, hecha a la medida de varones analfabetos, única forma de convertirlos en fanáticos y seguidores de un código moral que repugna a la moral más elemental.

Nuestro Gobierno, paladín de las causas más nobles, que ha dicho “No a la guerra” de Irak pero envía soldados a otras y calla sobre los demás conflictos, que legisla contra la violencia doméstica, en favor de las mujeres pero olvida a los hombres, ancianos y niños y, en fin, que tanto ejemplos de buen gobierno nos está dando, no podía olvidar al mundo musulmán que está llamado a sustituir al proletariado que servía de base a la izquierda y que se está extinguiendo.

Quien más quien menos, tiene coche, vivienda y para tomar unas cañas y, sobre todo, hipoteca, cosas que los proletarios nunca han tenido. Ahora serán los musulmanes, que carecen de todo ello, los que formarán parte de la base social de la izquierda y los que renovarán a la plebe de descamisados que trabajando en la construcción están ganando más dinero que un funcionario de carrera y que ya no quieren repartir lo suyo con nadie.

Así que no debe extrañar que el Gobierno socialista dirija su atención a los musulmanes, que les darán sus votos, mejor que a los cristianos que sólo les dan disgustos.

Pero conviene recordar aquí el contenido de algunos preceptos coránicos cuya enseñanza en las escuelas pagaremos entre todos y que más que subvencionarse y promocionarse deberían prohibirse en nuestro país.

¿Cómo piensa ZP hacer compatible esto con nuestras leyes y moral?


1.- Sobre los DERECHOS DE LA MUJER debemos saber que:

· En el Islam la superioridad del hombre sobre la mujer es un hecho reconocido.

· Que se castiga más por un hombre asesinado que por una mujer.

· Que una mujer recibe como herencia, como máximo, la mitad que un hombre.

· Que el testimonio de un hombre vale el doble que el de una mujer

· Que es el hombre el que se casa con la mujer o el que puede vivir en concubinato y no al revés.

· Que es el hombre quien tiene la potestad de repudiar a su mujer y de readmitirla, con o sin el consentimiento de ella y en cambio la mujer no puede repudiar a su marido.

· Que la mujer, una vez repudiada no puede exigir al marido que la readmita o, al contrario, no puede oponerse a que el marido la obligue a retornar al domicilio conyugal.

· En compensación, la mujer tiene derecho a que no se le pegue en la cara ni otras partes sensibles del cuerpo, ni el marido puede desfigurarla de una paliza.

· Tampoco se le debe pegar en situación de furia exacerbada y ciega para evitar males mayores.

· Para pegar debe utilizarse una vara fina y ligera para que no deje cicatrices o hematomas en el cuerpo.

· También tiene derecho a que los golpes no sean fuertes y duros, porque la finalidad es hacer sufrir psicológicamente y humillar y no maltratar físicamente.

· En resumen, el Islam es protector tanto del hombre como de la mujer: A la mujer que es delgada, hay que pegarle con una vara; a la robusta, con el puño; a la gordita, y sólo a ella, con la mano bien abierta... de modo que uno no se haga daño a sí mismo.