ZP, ese hombre - III parte

La Comisión europea

Pero tanto el ministro de Economía, Pedro Solbes, como el comisario de Finanzas de la UE, Joaquín Almunia, se han implicado personalmente en la idea de que el asunto era una competencia exclusiva de España y han tratado de que Bruselas –el Colegio de Comisarios– rechace manifestarse, dejándolo en manos del Gobierno español. Con toda la desfachatez del mundo, desde un Gobierno que tanto manipula, Pedro Solbes ha acusado a Endesa de politizar la operación y de no confiar en las autoridades de competencia españolas.

Solbes, incluso, llegó a amenazar con recurrir ante el Tribunal de Luxemburgo en caso de que el Colegio de Comisarios –un órgano político y no técnico- no le diera la razón.

Desgraciadamente están a punto de salirse con la suya. Según fuentes comunitarias, el Colegio de Comisarios podría aprobar el próximo martes la estrategia del Ejecutivo español, de forma que el expediente de concentración sería devuelto a España para que sea estudiado por las autoridades de la competencia de Madrid.

A cambio, y según esas mismas fuentes, el Gobierno español cedería en las negociaciones sobre el presupuesto comunitario para el periodo 2007-2013. La suavización de la postura española contribuiría a desbloquear un asunto que se encuentra enquistado y cuya próxima Cumbre, prevista para mediados de diciembre, parecía estar abocada al fracaso.

Ahora, y tras la aparición del ‘caso Endesa’ como moneda de cambio, el futuro parece más despejado. A ello podría haber contribuido decisivamente un “contacto” que el pasado fin de semana mantuvieron Zapatero y el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, quien en un principio apoyaba a la comisaria Neelie Kroes para que el expediente fuera a Bruselas y que ahora parece haber cambiado de postura ante las concesiones y renuncias económicas españolas.

La traición

El Partido Socialista de Cataluña está en deuda con La Caixa y quiere apoderarse del sector energético español a través de la OPA citada y en esa gestión los socialistas se han volcado y están dispuestos a todo para que se cumplan sus propósitos. Ya hemos visto injustificadas concesiones en otros temas, pero en este caso nada menos que cederemos los fondos estructurales, en los que España se juega mucho ya que varias regiones quedarán fuera del Objetivo 1, el máximo instrumento de protección económica que proporciona la Unión Europea.

Se nos esconde un pacto establecido por el Ejecutivo de Rodríguez-Zapatero y la Comisión europea, por el que España admitiría una reducción de los fondos estructurales que percibe de Europa a cambio de tener a su cargo la decisión sobre la OPA. Nuestro inmoral presidente juega con la supervivencia de muchas familias que precisan de las ayudas europeas para sobrevivir en el campo, la pesca o la industria, pero nada de ello cuenta para quien recibió del pueblo el encargo de velar por sus intereses. Sólo cuentan los suyos.

Nuestro Gobierno, para satisfacer las exigencias de La Caixa –del tripartito catalán– renuncia a las ayudas europeas para que Bruselas no interfiera en la OPA que pondrá el sector energético español en manos de los enemigos de España.

Y esto lo hace el presidente del Gobierno español, traidor donde los haya.


Notas:

(1) No todos tenemos razones para saber que una OPA es una "Oferta Pública de Adquisición" de acciones, es decir, una propuesta para comprar las acciones de una empresa, generalmente con la única intención hacerse con el control.

Pero quien presenta una OPA hostil tiene que pagar muy bien para convencer al accionista de que venda sus acciones y cambie. En este caso la oferta supone un intercambio de acciones y un pago en metálico en una proporción del 65,5% y el 34,5%, respectivamente, y supone una prima para los accionistas de Endesa del 14,8%, respecto al precio del cierre de la eléctrica el pasado viernes, aunque algunos expertos dicen que las acciones de Gas Natural han sido sobre-valoradas. En cualquier caso, la operación le saldrá gratis a Gas Natural

(2) La Caixa es un instrumento más en manos de los políticos catalanes y nunca se ha guiado por criterios de rentabilidad como cualquier otra entidad financiera. Es notoria la mediocre gestión del negocio puramente bancario de La Caixa, que arroja ratios de eficiencia y rentabilidad muy bajos.

Donde sí se ha posicionado bien La Caixa es en el mercado del trapicheo político. Desde la transición, cada vez que alguien en el gobierno español llegaba a la conclusión de que podría comprarse a los nacionalistas catalanes, antes de Pujol y ahora del tripartito y del PSC, La Caixa recibía un pago en forma de participaciones empresariales. Por esta vía se han hecho dueños de un enorme paquete de participaciones en toda España. Analicen sus balances y comprobarán que las compras de esos paquetes de acciones de empresas, siempre a bajos precios, se llevan a cabo no con los beneficios de las actividades bancarias habituales, sino que son fruto de pactos políticos en momentos determinados.

No es una situación exclusiva del nacionalismo catalán. En el caso del País Vasco, el intento de comprar la lealtad de los nacionalistas a la Constitución se llevó a cabo en dos fases: en la primera, en el momento de la aprobación de la propia Constitución, se fijó un cupo fiscal, que permitía al País Vasco pagar menos impuestos que cualquier otra autonomía, pobre o rica; en la segunda, -época de los gobiernos del PP- ese cupo se fijó definitivamente. Ya no habrá que renegociarlo cada cierto número de años.

(3) José Montilla afirmó en su día no sentir "complejos" en cuanto al hecho nacionalista: «"No voy a disculparme por ser catalán ni tampoco por sentirme español"», tiene dicho. Dos mentiras más, ni es catalán ni se siente español. Nació en la localidad cordobesa de Iznájar, trasladándose a los 16 años a Cataluña, donde ascendió en la política que hoy le permite posturas de confrontación con España.

José Montilla, el que se siente español, arremetió contra la Cadena COPE por sembrar "cizaña" e incitar al "odio, la división y la confrontación" y contra "líderes de opinión" que están "levantando banderas y cavando trincheras" por criticar el Estatuto que busca la independencia.

El favoritismo de Montilla hacia La Caixa es patente y a la vista de la información facilitada por "El Mundo" sobre las 10 medidas que favorecen a la entidad tomadas por Montilla en apenas 18 meses en el cargo, el ministro español de Industria ha quedado automáticamente inhabilitado aunque tal medida no llegue a formalizarse ni quienes deberían actuar de oficio contra los posibles delitos de prevaricación y otros no lo hagan.


Fuentes: Prensa nacional e Internet.-