ZP, ese hombre - III parte

Con ZP no descansa nadie, ni los muertos. Desde que se dio cuenta lo útiles que fueron los muertos del 11-M para tomar el poder, no ha cesado de utilizarlos para sus fines hasta el punto que las víctimas inocentes han quedado convertidas en su mejor arma. La democracia –los políticos gobiernan según los dictados del pueblo– ha quedado desplazada por un régimen que ignora y desprecia los intereses mayoritarios del pueblo y que se apoya , una y otra vez, en la muerte de inocentes para sus propósitos.

ZP ha instaurado la "Tanatocracia", el sistema de gobierno que se apoya en los muertos.

Utilizó los muertos de Atocha para manipular a la opinión pública y que en lugar de castigar a los terroristas responsables y autores de las muertes se castigase al Gobierno legítimo que más y mejor había luchado contra el terrorismo, hasta el punto de llevar a ETA a las cotas más bajas de su historia.

Utilizó a los muertos del terrorismo para justificar una negociación con la banda terrorista ETA y colar concesiones al separatismo vasco. Para ello no dudó en utilizar a Pilar Manjón y a Peces Barba en un intento de anular y suplantar a las verdaderas víctimas del terrorismo.

Utilizó a los muertos en el accidente del Yak-42 para desgastar a un Gobierno cuya responsabilidad no llegaba hasta responder por los errores de un equipo de profesionales y expertos encargados de hacer las autopsias. Con el mayor cinismo, ZP tiene contratado desde que llegó al poder un avión de transporte dos años más antiguo que el Yak-42, cuyo avión ha sufrido ya dos accidentes.

Sin duda ZP se mueve bien entre los muertos. También sabe manipularlos cuando las muertes son de su responsabilidad, como el caso de los incendios de Huelva (2) y Guadalajara (11).

Ahora hace que uno de los jueces más controvertidos ponga nuevamente encima de la mesa el caso del periodista Couso, en un momento en que ZP necesita que la gente cambie de tema de conversación y se olvide un poco del Estatut y la madre que los parió. Nuevamente la utilización de la muerte en beneficio propio. La tanatocracia en pleno apogeo.

El tema de Couso nos enfrenta nuevamente con los EE.UU., no ya con su presidente sino con la nación americana que se sentirá nuevamente agredida por ese hispano sonriente pero traidor. Carente de escrúpulos, ZP está dispuesto también a convertir a la madre de Couso en una nueva Manjón, otra madre utilizada políticamente por ZP.


En una guerra es "normal" que un tanque dispare contra esta amenaza y además rápido porque les va la vida en ello.



Pero ¿por qué nos extraña que disparase contra esto? La diferencia no es mucha y en plena batalla adoptar esta actitud es un riesgo y una imprudencia irresponsable.

La muerte de Couso se debió más a su propia imprudencia – al dirigir unos prismáticos o el cañón de su teleobjetivo hacia el tanque y hacerse confundir con un francotirador que empuña un arma antitanque – que a la reacción de autodefensa de los tanquistas, dentro de lo que es una batalla donde el vehículo que ocupan es un blanco a abatir desde todas direcciones.

Para ZP la muerte de Couso no es más que otra carta de su baraja, que jugará cuando le convenga como estamos viendo.

Es el más miserable y tramposo de los tahúres y sólo le falta vestirse de enterrador para presidir su tanatocracia..